domingo, 28 de julio de 2013

Trastornos alimenticios

Un trastorno de la alimentación es una enfermedad que causa graves perturbaciones en su dieta diaria, tales como comer cantidades muy pequeñas o comer en exceso. Una persona que tiene un trastorno de la alimentación puede haber comenzado por comer pequeñas o grandes cantidades de comida, pero en algún momento el impulso de comer más o menos se disparó fuera de control. Angustia severa o preocupación por la forma o el peso del cuerpo también se pueden caracterizar como un trastorno de la alimentación.
¿Cuáles son los principales tipos de trastornos en la alimentación?

Hay tres tipos principales de trastornos en la alimentación:


Las personas con anorexia nerviosa tienen una imagen distorsionada del cuerpo, que hace que se vean gordas incluso cuando están peligrosamente delgadas. A menudo se niegan a comer, hacen ejercicio compulsivamente y desarrollan hábitos inusuales como rehusar comer delante de los demás, pierden mucho peso o incluso pueden morir de hambre.




 
 2 Las personas con bulimia nerviosa comen excesiva cantidad de alimentos, luego purgan sus cuerpos de los alimentos y las calorías que tanto temen usando laxantes, enemas o diuréticos, vomitando y/o haciendo ejercicio. A menudo actúan en secreto, se sienten asqueados y avergonzados cuando comen demasiado, pero también aliviados de la tensión y las emociones negativas una vez que sus estómagos están nuevamente vacíos.

 
3 Al igual que las personas con bulimia, aquellas con el trastorno   de comer compulsivamente experimentan episodios frecuentes   de comer fuera de control. La diferencia es que los comedores compulsivos no purgan sus cuerpos del exceso de calorías.



Es importante prevenir conductas problemáticas para que no se conviertan en trastornos en la alimentación totalmente desarrollados. La anorexia y la bulimia, por ejemplo, suelen estar precedidas de una dieta muy estricta y pérdida de peso.

El trastorno de comer compulsivamente puede comenzar con atracones ocasionales. Cada vez que una conducta alimenticia comienza a tener un impacto destructivo en el desempeño de las funciones de una persona o la imagen de sí misma, es hora de consultar a un profesional de la salud mental altamente capacitado, como un psicólogo autorizado para ejercer y con experiencia en tratar personas con trastornos en la alimentación.


¿Quiénes tiene trastornos de alimentación?

Según el Instituto Nacional de la Salud Mental, las mujeres adolescentes y jóvenes representan el 90 por ciento de los casos. Pero los trastornos en la alimentación no son sólo un problema para las mujeres adolescentes, tan a menudo descritas en los medios de comunicación. Mujeres y hombres mayores , asi como niños también pueden desarrollar estos trastornos.

Un creciente número de minorías étnicas están siendo afectadas de estas enfermedades devastadoras.


Las personas a veces tienen trastornos en la alimentación sin que sus familias o amigos sospechen que tienen un problema. Conscientes de que su conducta no es normal, las personas con trastornos en la alimentación pueden retraerse del contacto social, ocultar su conducta y negar que sus patrones de alimentación son problemáticos. Hacer un diagnóstico preciso exige la participación de un psicólogo autorizado para ejercer u otro experto de salud mental adecuado.


¿Qué provoca los trastornos en la alimentación?

Determinados factores psicológicos predisponen a las personas a desarrollar los trastornos en la alimentación. Las familias o relaciones disfuncionales son un factor. Los rasgos de personalidad pueden también contribuir a estos trastornos. La mayoría de las personas con trastornos en la alimentación tienen baja autoestima, se sienten indefensas y con una insatisfacción profunda por su apariencia.

Hay características específicas vinculadas con cada uno de los trastornos. Por ejemplo Las personas con anorexia tienden a ser perfeccionistas, mientras que las personas con bulimia son a menudo impulsivas. Los factores físicos como la genética también desempeñan un papel importante para poner en peligro a las personas.

Un amplio espectro de situaciones puede precipitar los trastornos en la alimentación en personas susceptibles. Los familiares o amigos pueden burlarse repetidamente de ellas con relación a sus cuerpos. Pueden participar en gimnasia u otros deportes que ponen énfasis en el peso bajo o una determinada imagen corporal. Las emociones negativas o los traumas como la violación, abuso o la muerte de un ser querido también pueden desencadenar trastornos. Incluso un acontecimiento feliz, como dar a luz, puede provocar trastornos debido al impacto estresante del hecho que implica un nuevo papel en la persona y su imagen corporal.

Una vez que las personas comienzan a tener conductas de alimentación anormales, el problema puede perpetuarse. Comer compulsivamente puede establecer un círculo vicioso activo, en la medida que las personas que se purgan para eliminar el exceso de calorías y dolor psíquico, luego comen compulsivamente un vez más para escapar de los problemas cotidianos.


¿Por qué es importante buscar tratamiento para estos trastornos?

Las investigaciones indican que los trastornos en la alimentación son uno de los problemas psicológicos con menos probabilidades de ser tratados. Los trastornos en la alimentación con frecuencia no desaparecen por sí solos, y dejarlos sin tratamiento puede tener consecuencias graves. De hecho, el Instituto Nacional de la Salud Mental estima que uno de cada diez casos de anorexia termina en muerte por hambre, suicidio o complicaciones médicas como ataques al corazón o insuficiencia renal.

Los trastornos en la alimentación pueden aniquilar al cuerpo. Los problemas físicos asociados con trastornos en la alimentación incluyen anemia, palpitaciones, pérdida del cabello y masa ósea, caries, esofagitis e interrupción de la menstruación. Las personas con trastornos en comer compulsivamente pueden desarrollar presión sanguínea elevada, diabetes y otros problemas asociados con la obesidad.

Los trastornos en la alimentación también están asociados con otros trastornos mentales como la depresión. Los investigadores todavía no saben si los trastornos en la alimentación son síntomas de dichos problemas o si los problemas se desarrollan debido al aislamiento, estigma y cambios fisiológicos causados por los trastornos en la alimentación en sí. Lo que queda claro es que las personas con trastornos en la alimentación tienen mayores índices de tener otros trastornos mentales, que incluyen depresión, trastornos de ansiedad y abuso de sustancias, que otras personas.


Tratamiento

Los psicólogos desempeñan un papel vital en el tratamiento exitoso de los trastornos en la alimentación. Estos son miembros integrales de un equipo multidisciplinario que puede ser necesario para brindar la atención adecuada al paciente. 

Como parte de este tratamiento, se puede consultar a un médico para descartar enfermedades y determinar si el paciente corre peligro físico inmediato. 

Se puede solicitar a un nutricionista que ayude a evaluar y mejorar que ayude a evaluar y mejorar el consumo nutricional.

Una vez que el psicólogo ha identificado problemas importantes que requieren atención, y desarrollado un plan de tratamiento, ayuda al paciente a reemplazar pensamientos y conductas destructivos por otros más positivos. Por ejemplo, el psicólogo y paciente pueden trabajar juntos para concentrarse en la salud en lugar del peso. El paciente puede llevar un diario de comidas con el fin de crear más conciencia de los tipos de situaciones que desencadenan el comer compulsivamente.

Sin embargo, simplemente cambiar los pensamientos y conductas del paciente no es suficiente. Para garantizar una recuperación duradera, los psicólogos y pacientes deben trabajar juntos para explorar los problemas psicológicos subyacentes al trastorno de la alimentación. 

La psicoterapia puede ser necesaria para concentrarse en mejorar las relaciones personales del paciente y puede involucrar ayudarlo a ir más allá del hecho o situación que desencadenó el trastorno en primer lugar. La terapia de grupo también puede resultar útil.

Algunos pacientes, en especial aquellos con bulimia, pueden beneficiarse con la medicación. Sin embargo es importante recordar que la medicación debe usarse en combinación con psicoterapia, no para reemplazarla. Los pacientes a quienes se les aconseja tomar medicación deben conocer los posibles efectos colaterales y la necesidad de una supervisión directa del médico.


¿Funciona el tratamiento?

Sí. La mayoría de los casos de trastornos en la alimentación pueden ser tratados exitosamente por profesionales de la atención médica de salud mental y de salud adecuadamente capacitados. Hay que tener en cuenta, que los tratamientos no dan resultados en un corto plazo. Para muchos pacientes, el tratamiento puede ser a largo plazo.

Incorporar la terapia familiar o de pareja en la atención del paciente puede ayudar a prevenir recaídas al resolver los problemas interpersonales relacionados con el trastorno de la alimentación. Los terapeutas pueden guiar a los familiares para que entiendan el trastorno del paciente y aprendan nuevas técnicas para sobrellevar los problemas. Los grupos de apoyo también pueden colaborar.

Es importante recordar que cuanto más temprano comience el tratamiento, es mucho mejor. Cuanto más tiempo continúen los patrones de alimentación anormales, estos quedarán más profundamente arraigados y serán más difíciles de tratar.

Los trastornos en la alimentación pueden afectar gravemente el funcionamiento y la salud de las personas. Pero las perspectivas de una recuperación a largo plazo para la mayoría de las personas que buscan ayuda profesional son muy buenas. 

Terapeutas calificados como, por ejemplo, psicólogos autorizados para ejercer y con experiencia en esta área, pueden ayudar a aquellas personas que tienen trastornos en la alimentación a recuperar el control de sus conductas alimenticias y de sus vidas.

Fuente: Asociación Americana de Psicología por: Kelly D. Brownell, Ph.D.; Kathy J. Hotelling, Ph.D.; Michael R. Lowe, Ph.D.; y Gina E. Rayfield, Ph.D.

martes, 23 de julio de 2013

6 consejos para tener una buena alimentación

la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) define la salud como un estado del completo bienestar físico, mental y social y no solo como la ausencia de enfermedades.


La nutrición es el factor fundamental para que todas las personas se encuentren en perfecto estado de salud combinado con actividad física.


Una buena alimentación debe adecuarse a la edad, sexo, peso, talla y actividad física e intelectual de cada persona. Se debe considerar también el clima y los estados especiales como embarazos, lactancia, enfermedades, etc.

El cuerpo humano puede compararse con una máquina que está siempre realizando complejas actividades, por lo que una alimentación equilibrada es el mejor combustible para mantener una buena salud.



No existe una dieta ideal que sirva para todo el mundo, pero sí un criterio universal en cuanto al tipo de alimentos que deben consumirse dentro de la dieta cotidiana.

¿como comprar con inteligencia?

La siguiente publicación esta dedicada a dar algunos consejillos sencillos, que ayuden a tomar buenas elecciones y a sacar el mayor provecho de los alimentos.

HAY QUE RECORDAR QUE DEBEMOS DE COMPRAR CON INTELIGENCIA

Hoy en día se encuentran en las tiendas y súpermercados muchas opciones que valen la pena probar para variar los platos y ampliar el horizonte gastronómico de toda la familia. Ir de compras puede ser una experiencia agradable, eso si dentro de un presupuesto y sin dejarse llevar por las tentaciones. 

1. Hay que planear los menús por adelantado  o si se
acude con un nutriólogo es indispensable hacer la lista
de ingredientes que se necesitara para la preparación 
de los platillos.
2. Se deben buscar ingredientes saludables y de 
temporada comparando precios y tamaños.
3. Evitar comidas preparadas, son mas económicas 
saludables las comidas echas en casa.
4. Recuerda que no es necesario consumir carne todos
los días, existen otras fuentes de proteína que la pueden 
remplazar  (cereales con leguminosas).



       También debemos de tomar en cuenta el aspecto de los alimentos:
         A la hora de comprar alimentos, también hay que tener en cuenta otros elementos de importancia, con el fin de seleccionar productos de calidad 










Recuerda que lo mas importante es sentarse con la familia en la mesa ya que facilita la 
comunicación y hace del acto de comer un momento más placentero.

La compra de alimentos debe planificarse para  distribuir de la mejor manera el presupuesto
familiar y adquirir alimentos que garanticen una alimentación variada, balanceada y sana por
lo tanto es importante saber comprar lo necesario.

¿POR QUÉ ACUDIR A UN NUTRIÓLOGO?


Seguramente has visto o incluso intentado una dieta que aparece en alguna revista o en la televisión, pero ¿funcionó? Tal vez no obtuviste los resultados deseados o ni siquiera la terminaste. 


Las dietas que son publicadas en revistas o en televisión pueden funcionar para cierto tipo de personas, pero no para todos, esto es porque cada organismo es diferente y cada persona necesita nutrientes y cantidad de energía diferentes. 

Para muchos resulta sencillo iniciar una dieta, pero pocos tomamos en cuenta el balance que se requiere para lograr una alimentación sana, y nos dejamos llevar por artículos de revistas, y publicaciones que ofrecen remedios milagrosos para adelgazar y mejorar nuestra salud.

Es ahí donde se observa la importancia del nutriólogo, especialista que dedica horas de estudio en analizar los grupos alimenticios, catalogarlos y elaborar combinaciones idóneas según el previo estudio de nuestra composición corporal.


Seguir una dieta es saludable, tiene muchos beneficios pero ¿cómo saber cuál funcionará? 
Es por eso que debemos de acudir a un nutriólogo, no necesariamente tienes que padecer un desorden alimenticio, puedes acudir a él si quieres cuidarte, o simplemente si quieres aprender a alimentarte bien, balanceado y con comida que te gusta, pues los nutriólogos no se basan en el tipo de alimentos, sino en la correcta combinación de éstos.

La diferencia entre intentar una dieta pública y acudir al nutriólogo es mucha:

1. El nutriólogo te da atención personalizada 

2. Las dietas hechas por un nutriólogo están basadas en tu historia clínica (antecedentes de enfermedades familiares, edad, peso, IMC, medidas, etc).
3. Las dietas por nutriólogos se adaptan a tu estilo de vida, gustos e incluso tu nivel económico.
4. En las dietas personalizadas comes “de todo” en una cantidad adecuada.
5. Tus alimentos son variados, no monótonos.



 Los invito a acudir con una persona especializada en nutrición, pues así mejoraremos nuestra calidad de vida y nos sentiremos más confiados y a gusto con nuestro cuerpo e incluso tener una autoestima más alta, además de prevenir enfermedades. 

CORRER

Quienes corren a menudo, en general tienen un objetivo en mente. Usualmente se trata de un objetivo físico como adelgazar, ejercitarse y demás. Sin embargo, la mayoría de los corredores no tienen total conciencia de lo extremadamente beneficioso que es salir a correr.

En la siguiente lista se mencionan algunos de los beneficios que obtienes al correr:














CONSEJOS PARA TU PUESTA EN MARCHA

Si estás pensando seriamente en salir a correr, en ponerte de una vez por todas y para siempre en buena forma y darle a tu cuerpo el respeto que se merece lee estos consejos que te van a servir.

1. Zapatos deportivos adecuados.
Es lo más importante de todo. Unos zapatos deportivos no adecuadas puedes causarte dolor y hacer que abandones la actividad. Con unos tenis específicos todo es mucho más fácil. Ve a una tienda adecuada y especializada. No tienes porqué gastar mucho dinero pero elige un modelo que haga lo que necesitas: que te cuide el pie y las articulaciones.


2. Comienza poco a poco.
Ni se te ocurra correr una maratón de 42 kilómetros el primer día. Comienza lento. Un buen ejemplo serían 15 minutos si hace mucho que no te ejercitas, y de 20 a 30 si ya hacías alguna forma de ejercicio o practicabas algún deporte. Gradualmente comienza a correr más tiempo, más distancia, más distancia en menos tiempo y así.

3. Estira.
Nunca finalices sin estirar. Si estiras no te dolerá nada al día siguiente, y te evitarás lesiones y endurecimiento. No hay nada que no sea bueno en estirar, y hay mucho de malo en no hacerlo, así que hazlo. No te cuesta nada, solo cinco minutos.




                                     4. En la calle y en gimnasio.
No te limites, no achiques tus opciones. Corre distintas rutas, en distintos lugares. Al aire libre, en el parque, en una pista, en una ruta que te agrade. Corre sobre una cinta de correr en el gimnasio. Es una cuestión de gustos y preferencias, pero si es posible una complementa a la otra.






5. Bebe agua.
Lleva una botella de agua o un camelback si te molesta una botella de agua en la mano. Mantente hidratado y toma pequeños sorbos, no te ahogues con el agua, la idea es mantenerte hidratado durante el ejercicio. Eso además te dará más resistencia.


6. Música.
Correr no tiene por qué ser aburrido, de hecho no lo es, y la música es un buen condimento.





7. Descansa.
Una de las partes más olvidadas del ejercicio es descansar. Tu cuerpo, tus piernas, tu sistema cardiovascular necesita descansar, sanar y recuperarse. Es en ese periodo en que tus piernas se desarrollan por ejemplo. Asegúrate de planificar tus salidas a correr de manera tal que el descanso sea parte de ellas. 




A CONTINUACIÓN SE MUESTRA UN PLAN DE ENTRENAMIENTO

Dirigido apersonas que desean comenzar a correr y aún no pueden mantener una carrera continua por más de 30 minutos.
Duración: 10 semanas.  
Meta: Mantener una carrera continua de al menos 40 minutos al final.

Observaciones sobre el plan:  

1. Este plan consiste en combinar caminatas con trote de forma de disminuir paulatinamente los lapsos de caminata y aumentar el tiempo de carrera continua.

2. Se sugieren como mínimo tres sesiones de ejercicio, pero en caso de que se desee se puede agregar una sesión adicional para lo cual se recomienda repetir la primera sesión de cada semana.

3. Es altamente recomendable intercalar cada sesión por un día de descanso.

4. El paso de trote debe ser moderado. Si se emplea un monitor de ritmo cardíaco, se debe correr a un nivel aeróbico entre 60 y 70% del máximo de ritmo cardíaco.

5. En este plan no se busca correr más rápido, sino lograr los 40 minutos de carrera continua por lo que no se realizarán trabajos de velocidad.


6. Una sesión típica de entrenamiento está compuesta de los siguientes elementos: Movilidad articular y estiramientos leves, calentamiento, entrenamiento propiamente dicho, enfriamiento y estiramientos.


Semana 1
Día 1: Caminar 3 minutos, trotar 2 minutos, repetir 4 veces para un total de 20 minutos.
Día 2: Caminar 3 minutos, trotar 2 minutos, repetir 4 veces para un total de 20 minutos.
Día 3: Caminar 3 minutos, trotar 2 minutos, repetir 5 veces para un total de 25 minutos.

Semana 2
Día 1: Caminar 2 minutos, trotar 2 minutos, repetir 6 veces para un total de 24 minutos.
Día 2: Caminar 2 minutos, trotar 2 minutos, repetir 6 veces para un total de 24 minutos.
Día 3: Caminar 2 minutos, trotar 3 minutos, repetir 5 veces para un total de 25 minutos.

Semana 3
Día1: Caminar 1 minuto, trotar 3 minutos, repetir 6 veces para un total de 24 minutos.
Día 2: Caminar 1 minuto, trotar 3 minutos, repetir 6 veces para un total de 24 minutos.
Día 3: Caminar 1 minuto, trotar 4 minutos, repetir 5 veces para un total de 25 minutos.

Semana 4
Día 1: Caminar 1 minuto, trotar 4 minutos, repetir 5 veces para un total de 25 minutos.
Día 2: Caminar 1 minuto, trotar 4 minutos, repetir 5 veces para un total de 25 minutos.
Día 3: Trotar 10 minutos, caminar por 2 minutos, repetir 2 veces para un total de 22 minutos.

Semana 5
Día 1: Caminar 1 minuto, trotar 4 minutos, repetir 6 veces para un total de 30 minutos.
Día 2: Caminar 1 minuto, trotar 4 minutos, repetir 6 veces para un total de 30 minutos.
Día 3: Trotar 15 minutos, caminar por 2 minutos, repetir 2 veces para un total de 32 minutos.

Semana 6
Día 1: Trotar 8 minutos, caminar 2 minutos, repetir 3 veces para un total de 30 minutos.
Día 2: Trotar 10 minutos, caminar 2 minutos, repetir 3 veces para un total de 36 minutos.
Día 3: Trotar 20 minutos continuos.

Semana 7
Día 1: Trotar 10 minutos, caminar 1 minutos, repetir 3 veces para un total de 33 minutos.
Día 2: Trotar 10 minutos, caminar 1 minutos, repetir 3 veces para un total de 33 minutos.
Día 3: Trotar 25 minutos continuos.

Semana 8
Día 1: Trotar 20 minutos continuos.
Día 2: Trotar 20 minutos continuos.
Día 3: Trotar 20 minutos, caminar por dos minutos y repetir para un total de 42 minutos

Semana 9
Día 1: Trotar 25 minutos continuos.
Día 2: Trotar 25 minutos continuos.
Día 3: Trotar 35 minutos continuos.

Semana 10
Día 1: Trotar 30 minutos continuos.
Día 2: Trotar 20 minutos continuos.
Día 3: Trotar 40 minutos continuos.


Fuente: Sam Murphy, publicado en Marathon News (revista oficial del maratón de Londres).